martes, 21 de junio de 2011

Me estoy emborrachando de ti

Me estoy emborrachando de ti por no pensar,
por que mi alrededor me decepciona,
por que no consigo que me quieras,
para intentar dejar de pensarte,
por que es la única forma que funciona
para pasar pagina y vencerte.

Me enamore de ti el día en que me heriste,
me dolieron tus lanzas en el pecho,
me quede con rencores silenciados,
con palabras en los labios, sin puntos finales.

La incertidumbre que tus labios causan,
más que tus besos, tus punzantes palabras,
Me distrae de obligaciones inminentes.

Las dudas que siembras, los amores añejos,
como un gladiador romano compitiendo
descompensadamente contra leones.
Así es mi lucha contra tus recuerdos
De ese modo siento, así me minimizas.

Luchando contra un espejo que refleja impasivo,
el desastre que los años labraron en mi alma,
midiéndome con la inmadurez cara a cara,
compitiendo en una carrera por ti amañada.

¿Que puede ofrecer un canalla a una tosca damicela?
A mi me sobran las palabras, a ti te falta sutileza,
yo navego por el filo de la navaja,
tú naufragas en mares en calma,
yo juego a la sinceridad, tú al desconcierto.

Yo, me sé el guión e improviso,
tú lo escribes, y al te ciñes.
Yo , el padre de la inseguridad,
tú, firme como cimientos de hormigón armado,
yo, amo a pecho descubierto
tú blindas hasta las puertas del olvido.

Yo invento mentiras para no morirme,
tú, matas al sexo para inventarte,
yo, romántico canalla de noches finitas,
tú infinitamente fría, calculadora digital.

Yo, con pesadillas del futuro
tú, con sueños del pasado,
Yo, sin orden ni concierto
tú, escrupulosamente recta.


Yo sin fuerza de voluntad
tú con voluntad de parecer fuerte,
yo, resto penas y sumo amores,
tú sumas sexo, y restas desamores.

Yo vivo en versos,
tú matas con palabras
yo cuento los días que faltan,
tu, los que has perdido.

Yo, nunca sin tí delante
tú, nunca conmigo detrás.
Yo, la cabeza gacha en las nubes
tú, alta y los pies anclados al suelo.

Yo, contigo, tú, sin mí.
Yo te regalo el amor
que tu vas a matar
y aún sabiendo que morirá,
te lo regalo igual.

Y todo esta aburrida cantinela,
para llegar a un último verso,
en el que confluyan dos palabras unidas,
tú y yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario