sábado, 29 de agosto de 2009

PALABRAS

La palabra mata, quema, hiere.
Sueña, dice, grita, espera callada.
Las palabras aman, unen, inquietan.
La palabra quieta muere, agoniza olvidada.
El verbo hace al hombre y no al contrario.

Sólo ellas pueden contener venganza,
Rabia, odio, inquietantes ansias de matar.
Ellas clavan como lanzas, las palabras.
Ellas hablan desde nuestro más adentro,
Ellas ríen, insultan, maltratan, son palabras.

Se las lleva el viento, las devuelve el eco,
Ellas burlan dictaduras, escapan de lugares enrejados.
Grabadas en papel nunca mueren, pero matan.
Se agazapan en estantes polvorientos
Esperando ser leídas, renacer de sus cenizas.

Calientes salen de tu boca pero pronto enfrían.
La palabra es el hombre, traicionera como tal,
Puede ser vil y maldita, cruel y sodomita.
Al salir de la boca se hace dudosa
Mas pensada se silencia bien guardada.

Palabras que te llaman por tu nombre,
Palabras huidizas, escapistas, enterradas.
Palabras nauseabundas, vomitivas, insultantes.
Son del hombre, caen en saco roto
Y por último no valen nada.

Palabras impecables, elegantes, conflictivas.
Seductoras, emigrantes, solitarias, melancólicas.
Sólo y también son palabras, benditas palabras.
Estereotipadas, lánguidas, impávidas, muertas.
Palabras compuestas, guerreras, rebeldes.

Formadas por minúsculos grabados, se esconden
Entre papel, entre tinieblas, en lo oscuro.
Palabras perdidas, sinceras, solidarias.
Se esparcen por el mundo cual simiente,
Erráticas, indecisas, pensativas.

Palabras condenadas al destierro, al agujero,
Intrusas en el alma, hirientes en la estima,
Cautivas, pedigüeñas, irritantes, cansinas.
Incombustibles, libertadoras, funerarias y tergiversadas.
Palabras mentirosas, envenenadas de ira y rencor.

Palabras como puños, bruscas, dolientes.
Palabras que ponen el vello como escarpias,
Palabras aproximadas, sonsacadas, robadas.
forzadas, indignadas, altaneras, frágiles.
Palabras débiles y susurradas, morbosas.

Palabras no son hechos, pero cuentan.
Palabras no son versos pero suenan,
No son amantes pero calientan noches frías,
No dicen nada pero lo cuentan todo,
No son tuyas pero las hago mías.

jueves, 6 de agosto de 2009

BAJÓ EL TELÓN

BAJÓ EL TELÓN

Tras sus cortinas se agazapan putas de barra,
Recuerdos ahogados en licores varios,
Ecos de antiguos rosarios ,
Hombres de tez pálida y raída zamarra,
En este entorno prospera la gente con garra.

Se me alarga el tiempo demasiado,
Y a otros se les hace corto, ínfimo.
Pero el reloj marca lo mismo
Para el rey o el campesino.

Los problemas hacen cola
En la puerta de mi casa,
Y una amable señorita
Con dulzura les da cita.

Si la cartera se silencia
Los amantes se dispersan
Las putas hacen mutis por el foro
Y los amigos se agolpan en los juzgados.

Se avecina una tormenta
Y resisto en mi chabola
Nada mas que el viento me soplará,
Y si tenemos un micra de suerte,
Tal vez me arrastre a mi al horizonte.

Aprendí que una mentira mil veces repetida
Puede convertirse en realidad,
Que una verdad silenciada, se olvida,
Que la esperanza esclaviza a la razón,
Y que el miedo enemista con la felicidad.

Aprendí en la callescuela, me curtí
Entre perros viejos como el mundo,
Y ahora desaprendo lo aprendido,
No digo olvido, digo pasado,
No digo futuro, digo mañana.

Me sorprendo a veces pensando en nada,
Discutiendo con un fantasma
que habita en mi soledad.
Mientras el cancer espere,
Aquí sentadito le aguardaré.

No hay buenos días,
Sólo menos malos,
No hay princesas en mi alcoba
Hay reinas de poker solitarias .
No hay mendigos de amor
Hay rastreros del miedo a la soledad.

Todavía quedan restos de aromas ancestros,
Todavía pulula por aquí una sombra,
Castigándome a cuidar de mi,
Atrevido e incauto ignorante,
El tiempo le trabajará a fuego lento.

Tal vez mi voluntad sea de frágil
Cual pompa de jabón volando
Que al primer roce se rompe,
O mientras nace explota,
Pero disfrazarla de vicio es fácil.

Tengo un ojo en el cogote,
Por eso siempre veo el pasado
Con buenos ojos, con distancia.
La venda en la cara me impide
Por momentos mirar hacia delante.

Inútil como un perro lazarillo ciego,
Insignificante como un pez en el mar
Solitario como la luna y el sol
Vagabundo como un huerfano en Navidad,
Buscando una mesa donde cenar.

Aprendí a estrellarme contra el mundo,
Pratico para aprender a levantarme,
establecí un código absurdo
en el que sólo cuenta lo que no se ve.
Y así va mi rebeldía en demasía.

No consigo adaptarme al mundo
Tal vez por egocentrismo prefiera
Pensar que no se adapta el a mí.
Y mi cara refleja la imagen
Que el espejo le devuelve, cansada y ojeriza.

Estoy harto de ver trepar siempre a los malos,
Caerse a los dignos y callar a los honrrados,
En la carrera de la vida todo es válido,
Nunca habrá reglas, sólo zancadillas,
Encontrarás las perlas entre el lodo
Y la basura encaramada a la cima.