miércoles, 18 de abril de 2012

RAÍCES DORMIDAS

Planta vistosa y aparentemente colorida,
Disfrazada de dulzura e infantilidad,
Comedida en lo público, desmesurada en privado,
Sin límites en su furia, maquillaje de ansiedad.

Por su boca escupe fuego que no quema la piel,
Pero incinera el alma, consume sentimientos,
Sólo deja tras de sí cadáveres y un reguero de cenizas.
Mantis religiosa, tras el sexo solo sangre, y no suya.

Sus raíces permanecen dormidas en letargo
Ante los ojos de su selecto círculo de idiotas,
Aparentemente, calma y racionalidad; todavía duerme.
Entre sus prácticas el desprecio, el insulto, la humillación.
Entre sus sabanas la ruta de escape de sus raíces salvajes,

Es la rabia y el odio de sus genes enfermos, de su reflejo,
Son los años que curtieron su maltrecha cabeza loca,
Pero ya no pagan justos por pecadores, ya explotó la fiera,
Y cuídense los siguientes que prueben su miel en forma de sexo,
Su telaraña se expande a cada polvo salvaje, acabará por atraparlos,
Sin que ni siquiera se den cuenta del maldito final que les espera.
Yo puedo decir que la sobreviví, que me lo puso fácil ,
calabazas en el calabozo, salí con vida y libertad.

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