AHORA QUE YA NO ESTAS

Es ahora que ya no te poseo en mi altar,
ahora que la vida o la muerte se acaban,
ahora que el mundo se para y ya no gira,
cuando el olvido recorre distancias infinitas
sin poder llegar a destino ni a puerto bueno.

Ya no existen amuletos que desprendan energía para el alma,
ya se han roto las costuras de la noche y del olvido,
y a borbotones han salido, perturbados, mil recuerdos.
Se esfumaron los reproches y las ansias de un regreso
y los santos del amor han sido sacrificados en fé de la vida.

Los enamorados estan hoy tristes, al verme tan solo,
los gatos maullan al resplandor de una luna apagada.
Se murieron los poetas y se quemaron todos sus versos.
Las golondrinas ya nunca colgarán sus nidos en tus balcones.
Las esperanzas viven en cajas de madera y bajo tierra,
los gnomos ya no cantan y la hadas han perdido sus alas;
todo por que hemos consumido la hoguera con la que te calenté
tantas veces, en las noches y playas del amor.

Te he buscado en el fondo de los vasos que a tu salúd,
perjudicando seriamente la mía, me bebía.
también en los labios que pueblan mis noches
bohemias e interminables como tu recuerdo.
Bailé mil veces con la muerte y jugué con un destino
tan oscuro como predestinado a que le mate la noche.

Ya no soy yo, ni tu eres aquella; ya no somos nada.
Sólo cenizas de una pasión tan fuerte que acabó por consumirnos.
Moriré. Morirás; al alba de una rabia que pesa en los platos
de una balanza que se desequilibró cuando huiste.

Somos como la manzana de Adán y el beso de Judas,
traicioneros e insensatos. Hoy, sólo te escribiré mi última pena
y tu me darás tu primer rencor, para así vagar por la tierra de nadie.